A las afueras de Madrid, miles de personas luchan por una oportunidad rodeadas de droga, violencia y desolación. Es la Cañada Real, distrito que se extiende a lo largo de varios municipios y que durante treinta años ha estado abandonada. En el último lustro, los diferentes alcaldes de la capital han luchado por realizar un ejercicio de integración, pero es una tarea harto complicada. Ahora, y tras el desmantelamiento de Las Barranquillas, comienza el proceso de legalización. Coslada ya lo ha hecho, pero ¿qué ocurre con el resto? Esta es la situación real de tan inhóspito lugar.