Los casos de trombosis relacionados con las vacunas Astrazeneca y Janssen han generado cierto nivel de desconfianza en la población, que temen sufrir algún efecto secundario. Todo ello ralentiza la cadena de vacunación y genera dudas innecesarias sobre su efectividad.
Sin duda, los ancianos son el sector de la población que mayor dudas ha generado respecto a qué vacuna es más adecuada para su dosificación. Pero no solo existen dudas respecto al tipo de vacuna, también si éstas producen los mismos anticuerpos y efectividad que en personas jóvenes.
Para aclarar todas estas dudas, hemos hablado con Paula Ortiz, Daniela Parra y María Rodríguez, todas ellas estudiantes del grado de Biología en la Universidad Rey Juan Carlos.
Han dedicado muchas horas de estudio durante los dos últimos años a los avances de esta enfermedad, y pueden ofrecernos datos científicos para llegar a entender las preguntas más cotidianas sobre la eficacia de las vacunas y su seguridad en diferentes sectores de la población.
Por norma general a medida que el cuerpo envejece, el sistema inmune pierde eficacia. Es por esto que las personas mayores se convierten en grupo de riesgo, puesto que las células encargadas de generar los anticuerpos, las células T, cada vez les cuesta más generar anticuerpos y como resultado reaccionan de peor manera al COVID que una persona joven.
Basándonos en el artículo "Efficacy and safety of COVID-19 vaccines in older people" , a pesar de que todas las vacunas son eficaces, siempre es mejor inyectar a nuestros mayores aquella que tenga una mayor efectividad.
Pero, ¿la eficacia lo es todo? Aquí es donde debemos detenernos e informarnos, porque a medida que avanza la vacunación en el mundo, salen nuevos efectos secundarios en diferentes vacunas que pueden ser muy perjudiciales para las personas ya que pueden llegar a provocar la muerte.
Numerosos estudios han demostrado que las vacunas de Pfizer y Moderna son las que presentan una mayor inmunidad en personas mayores y menos efectos secundarios al codificar las proteínas necesarias en el interior del organismo. No obstante, la utilización de la vacuna Janssen sería la mejor situada para vacunar a las personas de avanzada edad. Se vacunaría rápidamente a la población de riesgo, y a su vez, se aceleraría el proceso de vacunación permitiendo llegar al objetivo del 70% de la población inmunizada en verano.
Aunque se hagan estudios y se demuestre su eficacia, el miedo ha calado hondo en la sociedad desde el inicio de la pandemia. Ahora con los efectos secundarios de las vacunas ese miedo se agrava , pero la sociedad debe estar tranquila, estas vacunas han recibido los estudios de fármaco-vigilancia necesarios para que sean fiables. Los efectos secundarios es algo con lo que los laboratorios contaban y la mejor manera de cogerlos a tiempo es sabiendo precisamente eso, que vacuna puede derivar en efectos secundarios, como se pueden detectar a tiempo y cuál es la forma de erradicarlos.