Este modelo creado y desarrollado conjuntamente por Airbus e IBM para la Agencia Espacial Alemana (DLR), viene a sustituir al pionero CIMON-1. Un prototipo que permaneció 14 meses en la ISS junto al astronauta alemán de la ESA Alexander Gerst. Convirtiéndose en la primera IA incorporada a una Estación Espacial.
Los dos prototipos han sido desarrollados con la clara vocación de ser un apoyo para los cosmonautas en los viajes o misiones de larga duración. Creando una interacción robot-humano para tratar de aliviar la soledad en el espacio y también el estrés. Los modelos CIMON son, por una parte, capaces de mostrar empatía y por la otra de realizar múltiples tareas dentro de una nave espacial. Esto es posible gracias a una potente IA, un conveniente diseño esférico y una capacidad autónoma de vuelo.
A nivel estructural, el CIMON-2 pesa 5 kilos y disfruta de una autonomía de 3 horas, un 30% más que su predecesor. Además, dispone de 32 cm. de diámetro de pantalla, donde se dibuja un rostro con cada interactuación.En cuanto a tecnología dispone de reconocimiento facial, realidad aumentada, estructura impresa en 3D, navegación absoluta y propulsión mediante baterías.
Como asistente y acompañante, CIMON-2 está trabajando para el astronauta italiano de la ESA Luca Parmitano. De quién ha podido rebajar su carga de trabajo realizando labores de investigación, mantenimiento y reparación. Incluso Luca puede activar su lector de emociones cuando lo crea pertinente para que le conteste de forma empática.
La misión de CIMON-2 a bordo de la ISS tendrá una duración de 3 años y se espera que pueda sentar las bases para la definitiva implantación de estos sistemas de asistencia en las futuras misiones interestelares.